.

View My Stats
Casinomillionaire PARTYPOKER Bingo foxy slots jungle casino CONTADOR DE VISITAS EN UN BLOG

AUDIO

TWITTER

sábado, 13 de marzo de 2010

CARTA DESDE SANTO DOMINGO DE HEREDIA DE IVAN RODRIGUEZ

Yo también vivo sobre la calle de Barro de Olla (creo que la llaman también calle Ronda ¿o me equivoco?). La seguridad de los peatones es realmente un atentado. El paso peatonal lo irrespetan sistemáticamente e incluso es súmamente común ver a personas irresponsables, inescrupulosas e ineptas para manejar rayando por la izquierda -aprovechando que la calle se ensancha desde la altura de Pueblo del Rey-, y por la derecha -sobre el carril de sólo giro, cuando éste no es claramente su propósito-. Realmente es una gran suerte que no haya habido más víctimas. Creo que hasta circular por la acera frente a los locales comerciales es peligroso, dado este desorden y absoluta impunidad a los abusos que cometen los conductores. Cualquier día de estos un error de cálculo en estas desgraciadas maniobras obliga a un conductor a subirse a la acera y provocar otra desgracia de la que siempre son víctimas los más inocentes.
 
Y esto es de día. De noche es insufrible el escándalo tanto de motos como de carros alterados que usan el trecho para "picar" a velocidades absurdamente altas. También hasta ahora es una casualidad que a causa de esto no se haya producido algún accidente grave. Yo que vivo a sus buenos 50 metros de la orilla de la calle me cuesta dormir tranquilo y constántemente me despierto en medio de la noche y la madrugada por el estrépito, al igual que mi bebé de 9 meses. Y les comparto que la sangre le hierve a uno.
 
Aprovecho la ocasión para compartir mi opinión en relación a estos carritos arreglados y motos grandes y la competencia a altas velocidades: Me parece que se trata de rituales de autoafirmación de una masculinidad pobremente construida, precaria yo diría. ¿Es que nuestra sociedad machista -a pesar de los cambios que poco a poco se viene gestando y quizá a raíz de ellos...- impulsa a nuestros jóvenes a participar de tales despliegues para sentirse un poquito más hombres? Porque les aseguro que quienes participan de esto son hombres manifiestamente heterosexuales. Y digo manifiestamente porque algo les falta y con algo andan tratando de suplirlo. No tengo nada en contra de los homosexuales, pero me asquea hasta la nausea que la seguridad de nuestros niños y de nuestros ancianos y de nosotros mismos se vea en entredicho por un puñado de poco hombres que malentienden la valentía alimentando una estúpida espiral de violencia. Tengo cero respeto por esto y cero tolerancia.
 
A esto hay que buscarle solución.
 
Disculpen la catarsis.
 
Iván Rodríguez

No hay comentarios:

.